miércoles, 16 de septiembre de 2009

Painter: Rosso Fiorentino

Assumption of the Virgin


Dead Christ with Angels


Deposition from the Cross


Deposition from the Cross (detail)


Descent from the Cross


Descent from the Cross (detail)


Descent from the Cross (detail)


Descent from the Cross (detail)

Cousine: Wagyu meat - Carne de Wagyu















Wagyū (和牛) refers to several breeds of cattle genetically predisposed to intense marbling and to producing a high percentage of oleaginous unsaturated fat. The meat from wagyū cattle is known worldwide for its marbling characteristics, increased eating quality through a naturally enhanced flavor, tenderness and juiciness, and thus a high market value. Several areas in Japan are famous for the quality of their Wagyu cattle, and ship beef bearing their areas' names. Some examples are Kobe, Mishima and Ōmi beef.

The wagyū cattle's genetic predisposition yields a beef that contains a higher percentage of omega-3 and omega-6 fatty acids[1] than typical beef. The increased marbling also improves the ratio of monounsaturated fats to saturated fats.

El Wagyu es una raza bovina originaria de Japón, de la ciudad de Kobe. Su carne es muy apreciada por su textura y sabor. También se conoce como Japanese Black.Wagyu (和牛 wagyū) se refiere a varios tipos de crías de ganado, con una fuerte tendencia genética al marmoleo de la carne y a la producción de un alto porcentaje de grasas insaturadas del tipo oleaginoso. El nombre proviene de los kanji 和 (wa, que significa "armonía" pero históricamente ha estado muy ligado a Japón) y 牛 (ushi o gyū, vaca/vacuno/ternera). El significado es, simplemente, "vaca japonesa".

Su carne se caracteriza por tener un alto porcentaje de grasa oleaginosa e insaturada (baja en colesterol). El aspecto es marmoleado con grasa infiltrada en el músculo. Conocida también como la carne al estilo de Kobe (o carne Kobe), la carne del ganado Wagyu se conoce mundialmente por sus características "marmorizadas", sus mejores cualidades alimenticias, a través de un sabor mejorado naturalmente, suavidad y jugosidad, que hace que sus compradores acepten un alto valor del mercado. Los carniceros detallistas en los Estados Unidos logran un precio por la carne americana Wagyu que va desde $40/lb a $150/lb (€27,6/kg a €103,5/kg).

Animals: Horses - Caballos - Part 1













The horse (Equus ferus caballus)[2][3] is a hoofed (ungulate) mammal, a subspecies of one of seven extant species of the family Equidae. The horse has evolved over the past 45 to 55 million years from a small multi-toed creature into the large, single-toed animal of today. Humans began to domesticate horses around 4000 BC, and their domestication is believed to have been widespread by 3000 BC; by 2000 BC the use of domesticated horses had spread throughout the Eurasian continent. Although most horses today are domesticated, there are still endangered populations of the Przewalski's Horse, the only remaining true wild horse, as well as more common feral horses which live in the wild but are descended from domesticated ancestors.

There is an extensive, specialized vocabulary used to describe equine-related concepts, covering everything from anatomy to life stages, size, colors, markings, breeds, locomotion, and behavior. Their anatomy enables them to make use of speed to escape predators and they have a well-developed sense of balance and a strong fight-or-flight instinct. Related to this need to flee from predators in the wild is an unusual trait: horses are able to sleep both standing up and lying down. Female horses, called mares, carry their young for approximately 11 months, and a young horse, called a foal, can stand and run shortly following birth. Most domesticated horses begin training under saddle or in harness between the ages of two and four. They reach full adult development by age five, and have an average lifespan of between 25 and 30 years.

Horse breeds are loosely divided into three categories based on general temperament: spirited "hot bloods" with speed and endurance; "cold bloods", such as draft horses and some ponies, suitable for slow, heavy work; and "warmbloods", developed from crosses between hot bloods and cold bloods, often focusing on creating breeds for specific riding purposes, particularly in Europe. There are over 300 breeds of horses in the world today, developed for many different uses.

Horses and humans interact in many ways, not only in a wide variety of sport competitions and non-competitive recreational pursuits, but also in working activities including police work, agriculture, entertainment, assisted learning and therapy. Horses were historically used in warfare. A wide variety of riding and driving techniques have been developed, using many different styles of equipment and methods of control. Many products are derived from horses, including meat, milk, hide, hair, bone, and pharmaceuticals extracted from the urine of pregnant mares. Humans provide domesticated horses with food, water and shelter, as well as attention from specialists such as veterinarians and farriers.



El caballo (nombre científico Equus caballus) es un mamífero perisodáctilo de la familia de los équidos, herbívoro, cuadrúpedo y de cuello largo y arqueado.

A la hembra del caballo se le llama yegua y a los ejemplares jóvenes, potros. La cría y utilización del caballo por parte del hombre se conoce como ganadería equina o caballar.

El nombre del "caballo" procede del latín caballus que daba nombre al 'caballo castrado'; del femenino latino equa derivó en "yegua" y a los animales jóvenes en general se les denominaba pullus, textualmente 'pollos'; de ahí que de una palabra del latín vulgar *pulliter, pullitri derivara "potro" ó "potrillo".

Hace 55 millones de años habitó el Hyracotherium (o Eohippus), del cual descienden todos los miembros del género Equus. El Eohippus tenía un tamaño que oscilaba entre los 20 y los 40 cm de altura, con cuatro dedos en las extremidades anteriores y tres en las posteriores. A simple vista era similar a un perro. Sus orígenes se pueden encontrar en América del Norte, donde se extinguió. Muchos años más tarde serían los colonizadores españoles quienes reintroducirían el caballo en el continente americano.

La evolución del eohippus le hizo aumentar su altura hasta los 115 cm y perder sus dedos hasta hacerse monodáctilo, es decir, con un solo dedo. Poco a poco, su único dedo se endurecería hasta desarrollar cascos para poder huir de los depredadores.

El Eohippus evolucionaría posteriormente a una especie denominada Mesohippus, de mayor tamaño y que ya presentaba pies con forma de casco. Luego éste evolucionaría al Merychippus, después a la especie del Pliohippus, para luego evolucionar al equus y, finalmente, al que conoce hoy en día, los equinos.

Pronto sus mandíbulas evolucionarían hasta llegar al género denominado 'Equus', de ahí el nombre de 'equinos', del que procede toda la familia de los caballos. En realidad esta teoría no está aceptada por la totalidad de la comunidad científica, aunque sí es la más extendida.

La evolución del caballo puede seguirse mediante el registro fósil hasta llegar al Hyracotherium (también llamado Eohippus), un pequeño mamífero herbívoro que vivió durante el Eoceno. El Hyracotherium era un animal con tamaño similar al de un zorro, y tenía cuatro dedos en las patas delanteras y tres en las traseras, terminando cada uno en una uña. En esa época aparecieron a la vez en Norteamérica y Eurasia diversas especies y géneros relacionados. Parece ser que las especies euroasiáticas desaparecieron; sin embargo, las especies americanas dieron lugar durante el Oligoceno al género Mesohippus del tamaño de una gacela, que tenía sólo 3 dedos en las patas delanteras.

Algo más tarde, en el Mioceno, a Mesohippus le sucedió Hypohippus y Anchitherium; se cree que ambas especies colonizaron después Eurasia desde América del Norte. Otros descendientes de Mesohippus fueron Miohippus y Merychippus; este último género desarrolló dientes con coronas muy altas, lo que le permitió, a diferencia de Hyrachotherium, que pastaba hierba, ramonear las hojas y brotes de árboles y arbustos. Entre los descendientes de Merychippus estaba Hipparion, que durante el Plioceno se desplazó y expandió desde Norteamérica hasta Eurasia, y Pliohippus (primer antepasado de un solo dedo), antecesor de Pleshippus y de su sucesor, el caballo moderno, es decir, el género Equus. El paso entre América del Norte y Eurasia se realizaba a través del estrecho de Bering cuando ambos continentes estaban unidos.

Se cree que durante el Pleistoceno el género Equus extendió su área de distribución desde Norteamérica a Eurasia, África y Sudamérica. Algún tiempo después los caballos americanos se extinguieron, quizá por alguna enfermedad. Diversos hallazgos en cuevas de Europa indican que el caballo era un animal muy abundante durante la edad de piedra en dicho continente; se han encontrado suficientes restos de esqueletos de caballos dentro y en los alrededores de estas cuevas como para afirmar que eran consumidos por el ser humano. El número de caballos disminuyó en el neolítico, cuando Europa estaba cubierta por bosques en su mayor parte. Se han encontrado restos de la edad del bronce, embocaduras y piezas de arneses, que demuestran que el caballo ya estaba domesticado en esta época.

Diversas especies extinguidas de mamiferos herviboros, como los notocaballos o los caballos litopternos, ambos grupos pertenecientes al superórden meridiungulata han sido denominadas así por su parecido por convergencia evolutiva a pesar de no estar relacionadas. Tal es el parecido que erroneamente muchas fueron en un principio asignadas al género equus.

Poesía: Alkalay-Gut, Karen. Simpatía por el demonio.

Simpatía por el demonio

Incluso tú, Príncipe, algunas veces estás ciego,

viviendo tan profundamente en la oscuridad;

sin duda la maldad es fácil como el egoísmo,

y que alguien como yo saborearía

tu especie de soledad, paladeando

aquellos días seductores, noches en lechos vacíos.

¿Qué puedo decir? Tu manera es tan masculina...

Y cuando nos encontramos esa noche en el cruce de caminos

marché un poco contigo, observando cómo se torcía

tu bastón, deseando poder aplacar

todas las congojas de tu mundo. Pensé

acunarte, como un discípulo agónico,

en mi dadivoso regazo; incluso no escuché

todas las ofertas de sabiduría que me hiciste

a cambio de mi alma.

Incluso cuando enarbolaste el contrato,

seguro de mi firma, no estaba prestando

atención, embrujada por ese dolor

en tus ojos, esa necesidad de algo bueno,

¿me atreveré a llamarlo... amor?

I

ricardo marcenaro bitácora. Adoro

Me decías dijiste que cómo sí que no pero cuando.

Claro estaba hasta que te aproximaste con tu bola

De arrojar edificios en insistentes oleadas que lo derrumben,

Pero no, ahí estaba yo, parado, firme como algo inamovible.


Después dijiste gracias, y la verdad es que no se porqué,

Pero a las gracias de las gracias uno no hace más que agradecerles con gracia, graciosa que tiene la gracia de la Verdad.


Adoro tu sonrisa de mujer llena aunque suene cursi,

Tu gusto por el azúcar (en el colmo de lo cursi),

Cuando nos reímos de ridículos con caras y gestos caseros,

Lo que del otro se nos pegan en uno y sonreír

como en compañía al descubrirlo,

El extrañarte excitado, el recibirte excitada, el despedirte en paz.