domingo, 11 de octubre de 2009
Music: Nina Simone. The Pusher
You know I smoked a lot of grass, oh Lord, and I popped a lot of pills
But I never did touch nothing that my spirit couldn't kill
You know I see a lot of people walkin' round here with tombstones in their eyes
'Cause the pusher don't care child, if you live or if you die
God damn the pusher, yeah yeah
I said God damn him, God damn him... pusher man
You know the dealer, I said the dealer is a man with lots of love racks in his hand
But the pusher is a monster Good God, oh Lord, he's not a natural man
You know the dealer, the dealer takes a nickel Lord and sells you lots of sweet dreams
And Lord knows we need lots a sweet dreams
But here comes the pusher takes your body and leaves your mind a screen
God damn the pusher, I said God damn the pusher
Ororururo ohohoh
He's not a natural man
You know the dealer takes a nickel and he sold you lots sweet dreams
But he pusher takes your body, he takes your body
He takes your body and he leaves your mind a screen
God damn him
God damn him, God damn him
God damn him, God damn the pusher
If I were the president, hear me, of this land,
I'd declare a total war on the pusher man
Hear me now now
I'd shoot him if he stands still
I'd cut him if he runs yeah
I'd kill him with my Bible, my razor and my gun
God damn him, God damn him
Oh oh, the pusher
God damn the pusher man
Poem: Philip James Bailey. We live in deeds...
We live in deeds . . .
WE live in deeds, not years; in thoughts, not breaths;
In feelings, not in figures on a dial.
We should count time by heart-throbs. He most lives
Who thinks most, feels the noblest, acts the best.
And he whose heart beats quickest lives the longest:
Lives in one hour more than in years do some
Whose fat blood sleeps as it slips along their veins.
Life's but a means unto an end; that end,
Beginning, mean, and end to all things -- God.
The dead have all the glory of the world.
Philip James Bailey
ricardo marcenaro bitácora. Intringulis 1
Poesía: Alejandra Pizarnik. Privilegio
PRIVILEGIO
I
Ya he perdido el nombre que me llamaba,
su rostro rueda por mí
como el sonido del agua en la noche,
del agua cayendo en el agua.
Y es su sonrisa la última sobreviviente,
no mi memoria.
II
El más hermoso
en la noche de los que se van,
oh deseado,
es sin fin tu no volver,
sombra tú hasta el día de los días.
Architecture: Santa Maria Maggiore. Tuscania. Italy
The Romanesque church of Santa Maria Maggiore, built in the Lombard-Romanesque style, sits atop of a pre-existing pagan temple and was constructed during the 8th century and later enhanced and modified in the 12th-13th century. With three decorated doors, the interior of the church is made up of three central isles, a gothic frescoed ciborium, a large octagonal font from the 13th century, as well as frescoes dating from that same period and on into the 14th century.
Painter: Pozzo. Andrea. Part 1. English-Español opinion
Andrea Pozzo
Saint Francis Xavier
The Apotheose of S. Ignazio
The Apotheose of S. Ignazio (Detail)
The Apotheose of S. Ignazio (Detail)
Trompe loeuil
In Andrea Pozzo I appreciate the incredible lesson of mathematics and geometry. He was really fantastic, a genius, without doubt.
Another remarkable thing: the use of colour that highlights the architectures, he was the best in this or one of the bests.
Illusionist founded in profound knowledge about perspective, theatre techniques of scenery, he put his theory in books, and his works was always a lesson for all the artists, architects and public in general.
Ricardo Marcenaro
En Andrea Pozzo aprecio la lección increíble de matemáticas y geometría. Fue realmente fantástico, un genio, sin duda.
Otra cosa notable: el uso del color que destaca las arquitecturas, fue el mejor en esto o uno de los mejores.
Ilusionista fundado en el profundo conocimiento sobre la perspectiva, técnicas teatrales de escenario, puso su teoría en los libros, y su obra siempre fue una lección para todos los artistas, arquitectos y público en general.
Ricardo Marcenaro
Poesía: Alejandra Pizarnik. Linterna Sorda
Poesía: Alejandra Pizarnik. Vértigos o contemplación de algo que termina
Poesía: Olga Orozco. Detrás de aquella puerta
DETRÁS DE AQUELLA PUERTA
En algún lugar del gran muro inconcluso está la puerta,
aquella que no abriste
y que arroja su sombra de guardiana implacable en el revés de todo tu destino.
Es tan sólo una puerta clausurada en nombre del azar,
pero tiene el color de la inclemencia
y semeja una lápida donde se inscribe a cada paso lo imposible.
Acaso ahora cruja con una melodía incomparable contra el oído contra el oído de tu ayer,
acaso resplandezca como un ídolo de oro bruñido por las cenizas del adiós,
acaso cada noche esté a punto de abrirse en la pared final del mismo sueño
y midas su poder contra tus ligaduras como un desdichado Ulises.
Es tan sólo un engaño,
una fabulación del viento entre los intersticios de una historia baldía,
refracciones falaces que surgen del olvido cuando lo roza la nostalgia.
Esa puerta no se abre hacia ningún retorno;
no guarda ningún molde intacto bajo el pálido rayo de la ausencia.
No regreses entonces como quien al final de un viaje erróneo
—cada etapa un espejo equivocado que te sustrajo el mundo—
descubriera el lugar donde perdió la llave y trocó por un nombre confuso la consigna.
¿Acaso cada paso que diste no cambió, como en un ajedrez,
la relación secreta de las piezas que trazaron el mapa de toda la partida?
No te acerques entonces con tu ofrenda de tierras arrasadas,
con tu cofre de brasas convertidas en piedras de expiación;
no transformes tus otros precarios paraísos en páramos y exilios,
porque también, también serán un día el muro y la añoranza.
Esa puerta es sentencia de plomo; no es pregunta.
Si consigues pasar,
encontrarás detrás, una tras otra, las puertas que elegiste.
Poesía: Alejandra Pizarnik. Cantora Nocturna
CANTORA NOCTURNA
La que murió de su vestido azul está cantando. Canta embuida de muerte al sol de su ebriedad. Adentro de su canción hay un vestido azul, hay un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado con los ecos de los latidos de su corazón muerto. Expuesta a todas las perdiciones, ella canta junto a una niña extraviada que es ella: su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la niebla verde en los labios y del frío gris en los ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre la sed y la mano que busca el vaso. Ella canta.
A Olga Orozco
Olga Orozco
Poesía: Alejandra Pizarnik. Cold in Hand Blues
Poesía: Nicanor Parra. A propósito de la escopeta...
Painter: Aivazovsky Ivan - Part 2
Stormy Sea. 1868. Oil on canvas. The Tretyakov Gallery, Moscow, Russia.
Sunset at Sea. Oil on canvas. Taganrog Art Gallery, Taganrog, Russia.
The Battle in the Chios Channel. 1848. Oil on canvas. The Aivazovsky Art Gallery.
Windmill on the Sea Coast. 1837. Oil on canvas. The Russian Museum, St. Petersburg, Russia