Estimados amigos, hondo impacto en nuestra redacción, el benemérito director ha sido amenazado de muerte cual Sansón ante la tijera.
¿Son estos los primeros efectos de la reforma de ley de nuestro sistema de radiodifusión?
¿La nueva prensa será atacada desde los sectores más conservadores?
¿Medio atemorizados o prensa libre?
¿Es este nuestro premio por practicar un periodismo sano, sin mentiras ni negociados ni intereses ni vistas parciales ni pacaterías (1) ni chismorrearías ni nis?
Miauuuuuuuuuu!!! Claro que no, desgracia!!!
Miauuuuuuuuuuu! Soy un gato que come alimento de perro, la felinidad Felini para asirte del brazo con las dos manos y con los dos pies, bien clavaditos, y esta boquita de mastín para llenarte los bíceps de ojales. Miauuuuuuuuuuuuuu!!! Te mastico.
Nos comunicamos con presidencia de la nación:
-Si queri…, si queri…, si querí…, está bien, que me jo…, si queri…, jod… gat… de mie…, si queri…
-Pero se…ño…ra…, la constitu…, si si claro, pero déjeme que le…, si querid…d…d…d…, que no la jo…damás…, imaginé, muchas gra…, muchas gra…, infintas gra…
Tenemos una noticia fabulosa que darles, el gobierno nacional ha decidido no ponernos custodia.
Nos salvamos del riesgo!!!
Seguiremos el consejo de la señora, nos jo..., dieron soluciones impracticables con destino suspensivo a lo que pudiera suceder, lo de siempre aquí, previsión y susceptibilidad en un mismo momento y que decida San Lotería, nuestro amado patrono.
-Si señor director, mi benemerito, chupo, chupo, dale que va si señor (Uy Dios! Otro pero sin pollera…)
-Sí seño…, Sí señó…, Sí señññ…, Si sé…, puedo, muy bien, ya mismo.
-PRRRRRRIIIIIMICIAAAAA! (tuturu, tururututu (música de noticiero), este blog de porquería no tiene efectos especiales, voy a tener que cambiar de plantilla)
-Aquí el texto de la amenaza flagrante a nuestra integridad física, pues quien amenaza a nuestro director, amenaza a todo el equipo del NotiJú y, no les parece amigos, que a la república toda hundiendonos en la villanía más abyecta que es el tener que guardar silencio.
Texto de la amenaza:
“P.D.:si publica esto lo afeito con pincita de dipilar (aghhh demasiado violento, jah)
Abrazote de almas”
Precauciones que hemos tomado:
Cerrar todos los aeropuertos y las rutas que vienen del lugar de origen de esta perversa (selva tucumano oranense).
Atar el correo electrónico con una banda angosta para que sufra con las descargas a los saltos a la que su perversa computadora la tiene sumida.
Ollas de agua caliente para des-PLUMITA-r perversas malévolas que quieran deslapiñarnos.
Y si, sus amenazas no dieron resultado, NO PUBLICAREMOS su interno.
Ha nacido en las colinas de Arabia 20 un niño enorme, y el aura leve ha dicho:
«¡Éste es el nieto de Yugurta!...»
Hacía poco tiempo que había desaparecido por los aires aquel que pronto sería
para la patria y para el pueblo árabe Yugurta,
cuando una sombra apareció sobre el niño, ante la mirada atónita de los padres
––la sombra de Yugurta,
narrando su vida y profiriendo este oráculo:
«¡Oh patria mía! ¡oh tierra defendida por mis trabajos!...»
e, interrumpida momentáneamente por el céfiro, se calló un momento...
«Roma, impura morada antaño de numerosos ladrones, rompió, malvada, sus muros
angostos y se expandió por sus alrededores, encadenando los contornos vecinos:
abrazó con lazos apretados el orbe y lo hizo suyo.
Muchos pueblos no quisieron rechazar el yugo fatal;
y los que cogieron las armas derramaban su sangre a porfia, pero sin resultados
para la libertad de su patria.
Más grande que los obstáculos, Roma destrozaba pueblos, cuando no se aliaba
con sus ciudades.
Ha nacido en las colinas de Arabia un niño enorme, y el aura ligera ha dicho: «Éste
es el nieto de Yugurta...»
«Yo mismo creí que este pueblo tenía sentimientos generosos,
pero cuando fui mayor y pude ver esta nación de cerca,
¡una gran herida apareció bajo su enorme pecho!...
––¡un veneno siniestro se había diluido por sus miembros: la sed fatal del oro!
Toda ella estaba levantada en armas...
¡Y esta ciudad meretriz reinaba sobre el orbe entero!
Contra esta reina, contra Roma, decidí luchar,
despreciando el pueblo al que toda la tierra obedece!...»
Ha nacido en las colinas de Arabia un niño enorme, y el aura ligera ha dicho:
«¡Éste es el nieto de Yugurta!...»
«Pues, cuando Roma decidió inmiscuirse en los consejos de Yugurta,
para apoderarse, de manera imperceptible y con engaños, de mi patria,
tomé conciencia de las cadenas amenazantes y decidí enfrentarme a Roma,
¡experimentando los profundos dolores de un corazón angustiado!
¡Oh pueblo sublime!, ¡mis guerreros!, ¡muchedumbre santa!
Y aquélla, la reina arrogante, gloria del orbe, aquélla, se derrumbó ––se derrumbó,
embriagada por mis dones.
¡Cómo nos hemos reído, nosotros, Númidas21, con la ciudad de Roma!
El bárbaro Yugurta estaba en todas las bocas:
¡Nadie podía oponerse a los Númidas!...
Ha nacido en las colinas de Arabia un niño enorme, y el aura ligera ha dicho:
«¡Éste es el nieto de Yugurta...!»
¡Ése soy yo, el Númida, llamado a adentrarme, con valor, en el territorio de los
Romanos, hasta la Ciudad!
Asenté un golpe en su orgullosa frente, despreciando sus tropas mercenarias.
Y este pueblo se levantó en armas, durante tanto tiempo olvidadas:
yo no he dejado la espada: no tenía ninguna esperanza de triunfar... ¡pero al menos
podía competir con Roma!
Opuse ríos, opuse rocas a los batallones de Rómulo22:
ora luchan por las arenas de Libia,
ora combaten por los castros altísimos de las cumbres:
a veces tiñen con su sangre derramada mis campiñas;
¡y se quedan desconcertados ante un enemigo tenaz que desconocen...!»
Ha nacido en las colinas de Arabia un niño enorme, y el aura ligera dice: «¡Éste
es el nieto de Yugurta!...»
«Tal vez hubiera vencido, al fin, a los escuadrones enemigos...
Mas, la perfidia de Bocchio... 23 ––Para qué revolver más el asunto?
Contento, abandoné la patria y el poder del reino,
contento, por haberle aplicado a Roma el golpe del rebelde.
Pero he aquí que aparece un nuevo vencedor del campeador de los Arabes, ¡Galia!
..24.
Tú, hijo mío25, si infringes el destino cruel, tú serás el vengador de la Patria...
¡Pueblos subyugados, tomad las armas!...
¡Que en vuestros pechos dominados renazca el valor primitivo!
¡Blandid de nuevo las espadas y, acordándoos de Yugurta, repeled a los vencedores!
¡Ofreced vuestra sangre derramada a la patria!
¡Que emerjan en medio de la guerra los leones de Arabia, desgarrando con sus
dientes vengadores a las huestes enemigas!
¡Y tú, crece, niño! ¡Favorezca la fortuna tus trabajos
y que el Galo no deshonre ya las costas árabes!...»
––¡Y el niño jugaba con su corva espada!..26.
II
¡Napoleón!27... ¡Oh, Napoleón!... El nuevo Yugurta ha sido vencido...
Vencido, languidece en una indigna cárcel28.
Y he aquí que Yugurta se le aparece de nuevo, en la sombra, al guerrero
y con su plácida boca susurra estas palabras:
«¡Ríndete, tú, hijo mío, al nuevo Dios. Que ya no existan más disputas!
Ahora nace una era mejor...
La Galia va a romper tus cadenas y verás la prosperidad del Árabe, alegre, bajo el
Galo vencedor 29.
Acepta la alianza de un pueblo generoso...–– grande, de pronto, gracias a un país
sacerdote y jurado de la Justicia....
Ama de corazón a tu abuelo Yugurta... acuérdate siempre de su destino:
III
¡Pues es el genio de las orillas árabes el que se te aparece!...»
2 de julio de 1869
RIMBAUD JEAN-NICOLAS-ARTHUR
(Externo del colegio de Charleville)
19 El poema arranca, como ejercicio escolar, de las Guerras de Yugurta, con el recuerdo de Salustio:
fuerza épica, capacidad de recreación física de los personajes, concisión; pero el joven poeta
de quince años modula la narración adoptando el ritmo de la balada, con la repetición de un estribillo,
lo que le da al poema una dinámica circular, muy propia del futuro poeta en francés. El
poema va mucho más allá que el modelo propuesto: el joven poeta ve en las guerras de Yugurta
un presagio de las guerras entre Francia y los países del norte de África: la historia mitificada le
da la mano a la historia contemporánea; una gran osadía que nos hace pensar en ese poeta del
compromiso histórico que fue siempre Rimbaud.
Observemos cómo, a partir de la segunda parte, el tema antiguo cobra una actualidad sorprendente.
Llama la atención la inmersión del poema en la historia más candente: la conquista y la colonización
de Argelia por los franceses, durante todo el siglo XIX; empresa en la que el padre de
Rimbaud desempeñó un papel importante, más administrativo que militar. Pero llama también
la atención la valentía con la que el poeta se enfrenta a las conquistas injustas de los pueblos por
pueblos más poderosos, aunque este último aspecto se vea atenuado por el final del poema, apelando
a la labor colonizadora de los franceses.
Un poema que podía ser un insignificante juego escolar se convierte así en un punto de referencia
básico de la poética de Rimbaud: cierta conciencia política de la poesía que lo llevará a tratar
muy a menudo temas de candente actualidad; denuncia de la injusticia; poder fascinador que
ejerce Africa sobre la imaginación del poeta, no ajena a su destino final: comerciante y explorador
francés en Africa; sin olvidar ––y ello es sorprendente–– una secreta admiración por la labor
del padre, ya ausente para siempre de la casa familiar.
20 Tratándose de la futura Argelia, sorprende ese proceso metonímico, en función de Arabia y de
las costas y pueblos árabes que invaden todo el poema. ¿Fijación imaginaria, de origen libresco,
en el país lejano que será horizonte de su destino final, simple y cómoda sinécdoque para referirse
a los países dominados por el islam?
21 Pueblos del interior de la antigua Argelia, que los romanos sólo conquistaron en segunda instancia.
22 Prefiero recuperar el nombre del mítico fundador de Roma a emplear el adjetivo romuldino
(«batallones romuldinos») o a dejar de lado la dimensión mítica que tanto le interesa al joven
Rimbaud, traduciendo, simplemente, los batallones de los romanos.
23 Rey de Mauritania, suegro de Yugurta (presente en el texto de Salustío).
24 La traducción francesa que podemos considerar más extendida, la de la edición de La Pléiade,
traduce Galia por Francia. Sin dejar de reconocer que, en el siglo XIX, La Galia no existe, preferimos
respetar la intención de Rimbaud cuando introduce una situación histórica contemporánea en el contexto épico ––por consiguiente distanciado, respecto del lector–– de las antiguas
guerras. Comprendemos que los franceses quieran mitificar Francia y sus bondades colonizadoras,
pero...
25 Abd-el-Kader, el jefe númida que se enfrenta a las tropas francesas.
26 El poeta piensa, sin duda, en la cimitarra; el juego de la escritura en latín le obliga a emplear
una expresión que, en las lenguas romances, puede resultar torpe.
27 Se trata, sin lugar a dudas, de Napoleón III, presente en la poesía de Rimbaud desde los poemas
latinos. Sólo se puede hablar de conquista de Argelia por los franceses a partir de 1830, pudiéndose
dar por concluida en 1847 (salvo las rebeliones de Kabilia y las ampliaciones de la conquista
hacia el sur). Estas fechas coinciden con la presencia del padre del poeta en la nueva colonia.
28 En el castillo de Amboise, del que será liberado en 1852.
29 Aceptación indirecta de la misión del padre del poeta (integrado en la misión colonizadora de
Francia), y que no es sino un anuncio de la experiencia colonizadora que Rimbaud llevará a cabo
en Arabia, paralelamente a sus esfuerzos para hacer dinero como comerciante; experiencia
de la que se conservan proyectos y memorias remitidas a las autoridades
"Ah de las Mazmorras" Villancico II (Carol II), by Sor Juana Inés de la Cruz, music by Anonymous (XVIIIth century)
Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana Gonzalez y España (1651-1695)
"Sor Juana Inés de la Cruz" ("The Mexican Phoenix" or "the Tenth Muse")
She was a Universal Genius, a mexican female Leonardo da Vinci, who learned to read at the age of 3, and all her life she studied all arts and sciences: mathematics, theology, logics, rhetorics, physics, latin (that learned in only 20 lessons), nahuatl, also she was a poet and dramaturgist, and maybe not very known, she was a composer; she wrote a musical treaty called: "El Caracol", she died at the age of 44.
1. ¡Ah de las mazmorras
tened atención!
¡Atended, cautivos,
las nuevas que os dió!
¡Escuchad mi llanto,
a falta de voz,
que también por señas
se explica el dolor!
2. Sabed que ya es muerto
Pedro el redentor,
como muere quien vida
a tantos dió,
no esperéis consuelo
pues él os faltó,
y acaba en su vida
vuestra redención.
3. De vuestras cadenas
ya sin redención,
es candado eterno
cualquier eslabón .
¿A dónde hallaréis
tan noble pastor
que por cada oveja
la vida perdió?
4. ¿Y que dando expuesto
al fiero rigor,
dió su libertad
por vuestra prisión?
Llorad, y deshechos
su líquido humor,
busque por los ojos,
puerta el corazón.
5. Pero ¿qué delirio
si ya me llevó
y arrebató el alma
tras la compasión?
No lloréis, cautivos,
porque no es razón
llorar que esté libre
quien os libertó.
Profundamente agradecido a Yvonne Cruz Sandoval quien me ha acercado este video junto a otros valiosísimos cinco. Ivonne es amiga en mi cuenta de Facebook, Ricardo M Marcenaro Gracias Ivonne
Vea el otro blog: http://byricardomarcenaroi.blogspot.com/
Antaño, el Aquelo de aguas henchidas salió de su vasto lecho;
tumultuoso irrumpió por los valles en cuesta envolviendo en sus aguas los rebaños
y el adorno de las mieses doradas.
Caen las casas de los hombres derruidas y los campos que se extienden a lo ancho
van siendo abandonados;
la Ninfa ha dejado su valle
los coros de los faunos se han callado:
todos contemplaban el furioso río.
Alcides (14), al oír sus quejas, se compadeció de ellos:
para frenar los furores del río lanza a las aguas crecidas su enorme cuerpo,
expulsa con sus brazos las oleadas que espumean
y las devuelve domadas a su lecho.
La ola del río vencido se estremece con rabia.
Al instante, el dios del río adopta la forma de una serpiente:
silba, chirría y retuerce su torso amoratado
y con su terrible cola golpea las esponjosas orillas.
Entonces, Alcides se abalanza, con sus robustos brazos, le rodea el cuello, lo aprieta, lo destroza con sus potentes músculos,
y, volteando el tronco de un árbol lo lanza sobre él, dejándolo moribundo sobre la negra arena
y alzándose furioso, le brama:
«¿Te atreves a desafiar los músculos hercúleos, imprudente, no sabes que crecieron
en estos juegos -ya, cuando aún niño, estaba en mi primera cuna-:
ignoras que he vencido a los dos dragones?
Pero la vergüenza estimula al dios del río y la gloria de su nombre derrumbado,
en su corazón oprimido por el dolor, se resiste;
sus fieros ojos brillan con un fuego ardiente,
su terrible frente armada (15) surge desgarrando el viento;
muge, y tiemblan los aires ante su horrendo mugido.
Mas el hijo de Alcmena se ríe de esta lucha furiosa...
Vuela, coge y zarandea los miembros temblorosos y los esparce por el suelo:
aplasta con la rodilla el cuello que cruje
y aprieta con un nudo vigoroso la garganta palpitante, hasta que exhala estertores.
Y entonces, Alcides, arrogante, mientras aplasta al monstruo, le arranca de la frente ensangrentada un cuerno ––prueba de su victoria.
Al verlo, los Faunos, los coros de las Dríades (16) y las hermanas de las Ninfas
cuyas riquezas y refugios natales el vencedor había vengado se acercan hasta donde estaba, recostado perezosamente a la sombra de un roble,
evocando en su alegre espíritu los triunfos pasados.
Su alegre tropel lo rodea y corona su frente con múltiples flores y lo adorna con verdes guirnaldas.
Todos, entonces, cogen, como si fueran una sola mano, el cuerno que junto a él yacía (17),
llenando el despojo cruento de ubérrimas manzanas y de perfumadas flores (18).
Primer semestre de 1869
RIMBAUD
(Externo en el colegio de Charleville)
13 Poema escrito durante el mismo curso escolar que los anteriores. El texto que había que glosar pertenece al poeta del siglo XVIII J. Delille (17381813), autor de Jardins [Jardines] y traductor de
Virgilio; poeta de gran fuerza plástica, cuya poesía descriptiva nos lleva, por algunos derroteros íntimos, a la poesía romántica de la naturaleza y, por avenidas luminosas y bien ordenadas, hacia una sensibilidad que podríamos considerar parnasiana (y, como El Parnaso, con añoranzas barrocas).
El modelo es, pues, muy superior al que precede. Algunos de los elementos plásticos más interesantes del texto de Rimbaud ya están en el de Délille.
14 Mote de Hércules, heredado de su abuelo Alceo.
15 El río adopta la forma de un toro furioso.
16 Ninfas del bosque cuya vida dependía de la del árbol que habitaban.
17 Esta recreación del mito del cuerno de la Fortuna no está en el texto de Délille. También es preciso observar que en el modelo no hay una sola anotación cromática.
18 A través del ejercicio escolar, el poema nos remite, de nuevo, al mundo clásico parnasiano: mundo mítico, belleza de formas y armonía brutal del movimiento y, en este final, a la alianza
de lo salvaje, cruel y, en cierto modo, sádico con lo más poéticamente placentero de esta naturaleza
––guirnaldas de follaje, flores, frutos. Observemos cómo la narración mítica desemboca en la representación plástica del cuerno de la abundancia: lecciones escolares perfectamente aprendidas
y presagios de un poeta siempre hambriento ––y sediento.
Esta sensación de estar `leyendo' un bajorrelieve clásico la tendremos, de forma continuada, con el poema Sol y carne.
Llueve en Buenos Aires, la noche descongestiona el denso día, alivio en la llanura disfrazada de ciudad.
Es hora de ir entre casas, amontonando pantalones y polleras, arrinconándose íntimamente.
Miradas, muslos, manos que desesperan, manos que se toman tiempo, relojes que corren sobre agujas irrefrenables, riendo.
Por ahí andarán las ratas de esta ciudad, bajo aleros, dentro de caños circulatorios, apurando cornisas abismales, seguras,
Siempre mirando, siempre oliendo, prestas al descuido o el desperdicio, su paraíso rico, su asociársenos con disimulo, puenteándonos.
Dormir con música de parra pulsada por las gotas, gotas de uva verde, redonda lupa en el ojo, eco del sueño calibrando caricias en mansedumbre, sin reclamos, dulzura.