sábado, 19 de septiembre de 2009

ricardo marcenaro bitácora. Creo

Defiendo la idea, el constante pensamiento, el poder de la naturaleza para absorbernos, su integridad, la nuestra sin peros, sugiriéndonos, mostrándonos, simbolizándonos, conjuntándonos.

Creo en la masa de la palabra, en su peso, en la importancia que su uso tiene al momento de transmitir de una forma indeleble, a ella me remito pliego doy practico con toda devoción de ser pensante que traduce duda convicción sentimiento frontera, que suplicándose transparencia que acallase los dragones los supo montar y ahora vuela con ellos en lenguas de fuego que atraviesan paredes refugios casamatas nidos desiertos habitaciones de todo estilo.

Cultivo la energía que libero a través de todo lo que soy y hago, amando uniendo separando restañando resonando clavado recontando elaboro mi árbol frutal para que de tú mano algo de lo que soy tenga sentido lo des tú mano tomando mando libando acariciando prendiendo entendiendo, creo en eso, creo en el poder del otro, de la necesidad terrible que del otro tenemos, no por debilidad sino por fortaleza de Ser, no hay Ser sin acción en los demás, quiero mi Ser conmigo sin renuencias, me afirmo, ¿Porqué debería ser de otra forma?

Creo en la variedad como una necesidad de la naturaleza de permanecer, suceder, repetir.

Creo en el silencio más que todo, en los símbolos que en silencio se van tallando en nuestros cuerpos y al lector avezado saben decirle quién es el otro, creo en los gestos.

En todo lo que creo estoy y practico. Creer por creer no es mi deporte.


(Perdonen la abundancia de palabra de hoy, tengo ganas de hablar)


2 comentarios:

  1. No por halagarte amigo, tú sabes que te aprecio. Muy en serio te digo: Eres buen escritor, te gusta hacer prosas y las escribes con el sentido que llevas en el alma...y con todos tus sentidos. Si yo viviera cien años (jejeje! ) cien años te leería. Saludos apreciado Ricardo. Dalia

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  2. vivamos cien años pues y veamos como los viejos jovenes llegan a la vejez sin poder levantarnos el dedo nunca más, totalmente avergonzados de nuestra juventud!!!

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