El horror de lo que nos pasa es lo siguiente: Actores, malos, regulares u buenos hasta que los pescan (siempre, la mentira los hará caer siempre), ocupan lugares de una escena que excede los teatros, las ágoras y los foros, escenario país que se vende en el mundo, nuestros actores, políticos, sindicalistas, aspirantes al poder, el éxito, la circulación del dinero grande donde capturarse un futuro que dure generaciones. Todo dado vuelta gracias a estos actores y actrices que mienten, engañan, timan, roban, hieren y matan.
Creo que no hay nada que explicar en este comentario al artículo de citas que hice en el día de la fecha, alguien se sintió ofendido, lo reportó como abuso y fue suprimido. ¿Pero por qué debo asistir al circo y quedarme callado?
En mi país mueren todos los días niños de hambre, personas mal atendidas médicamente o en el total abandono que también mueren, agonizan comunidades como los matacos, sufren los Wichís sin derechos a las tierras que habitan antes que esto se llamase Argentina, corridos, segregados, obligados cada vez a una pobreza más grande que pareciera buscar la miseria y con ella, la desaparición.
Todos los argentinos tenemos responsabilidad en nuestro destino, en la vida que vivimos, pero la responsabilidad del que gobierna es suprema e indelegable. Mientras esto siga pasando, como pasa la indefensión en la ciudad de Buenos Aires, el suburbano de la misma y otras ciudades, donde todos los días es asesinado algún ciudadano que se dedica al trabajo y no al robo, serán para mi deudores, delincuentes como el que asalta en las calles.
Ya el título debe poner muy contentos a los miembros de la embajada de Nueva Zelanda, ¿Irán a eso solo?. Pero todo muy gracioso. Que lleven un primus. Con soplete más fácil, si fueran argentinos llevaban unos chori y glú glú. Ahora, una reseña sobre Shackleton no hubiera estado nada mal, es una historia heroica y fabulosa, remaron en la nada para salvarse, llegaron a una isla, la cruzaron y salvados fueron a buscar a sus compañeros. Luego el muere en su ley, años después, siempre con los hielos en los ojos de sus sueños. Fue un gran hombre ese, los diarios debieran hablar más de grandes hombres que de hombres miserables en su codicia, sean políticos o ladrones. Disculpen, es que conozco la vida de Shackleton y me parece admirable, si los chicos tuvieran héroes como ese, una sociedad más sana viviríamos, avívenla amigos, nunca se arrepentirán de eso.
(“…avívenla amigos, nunca se arrepentirán de eso.” Esto está especialmente dedicado a los periodistas y a los dueños y responsables de medios de comunicación, aclaro aquí, por si no se entiende, más allá de la exhortación al general de la gente)
Mi cuenta en La Nación es Capiscum pues estos adalides de la libertad de prensa me cerraron la cuenta Ricardo Marcenaro hace casi un año, sin ninguna razón más que el capricho y la falta de humor.
Así que a los que votaron abuso suprimiendo mi comentario al artículo primero, mis jajajaces.
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