martes, 6 de octubre de 2009
Poesía: Nazim Hikmet. Acerca del vivir
Acerca del vivir
" El vivir no admite bromas.
Has de vivir con toda seriedad,
como una ardilla, por ejemplo;
es decir, sin esperar nada fuera y más allá del vivir;
es decir, toda tu tarea se resume en una palabra:
Vivir.
Has de tomar en serio el vivir.
Es decir, hasta tal punto y de tal manera
que aun teniendo los brazos atados a la espalda,
y la espalda pegada al paredón,
o bien llevando grandes gafas
y luciendo bata blanca en un laboratorio,
has de saber morir por los hombres.
Y además por hombres que quizás nunca viste,
y además sin que nadie te obligue a hacerlo,
y además sabiendo que la cosa más real y bella es
Vivir.
Es decir: has de tomar tan en serio el vivir
que a los setenta años, por ejemplo,
si fuera necesario plantarías olivos
sin pensar que algún día serían para tus hijos;
debes hacerlo, amigo, debes hacerlo,
no porque, aunque la temas, no creas en la muerte,
sino porque vivir es tu tarea.
II
Sucede, por ejemplo,
que estamos muy enfermos;
que hemos de soportar una difícil operación;
que cabe la posibilidad
de que no volvamos a levantarnos de la blanca mesa.
Aunque sea imposible no sentir
la tristeza de partir antes de tiempo,
seguiremos riendo con el último chiste,
mirando por la ventana para ver
si el tiempo sigue lluvioso,
esperando con impaciencia
las últimas noticias de prensa.
Sucede, por ejemplo, que estamos en el frente,
por algo, por ejemplo, que vale la pena que se luche.
Nada más comenzar el ataque, al primer movimiento,
Puede caerse cara a tierra, y morir.
Todo esto hemos de aceptarlo con singular valor,
y a pesar de todo, preocuparnos apasionadamente
por esa guerra que puede durar años y años.
Sucede
que estamos en la cárcel.
Sucede
que nos acercamos
a los cincuenta años,
y que falten dieciocho más
para ver abrirse las puertos de hierro.
Sin embargo, hemos de seguir viviendo con los de fuera,
con los hombres, los animales, los conflictos y los vientos,
es decir, con todo el mundo exterior que se halla
tras el muro de nuestros sufrimientos;
es decir: estemos donde estemos
hemos de vivir
como si nunca hubiésemos de morir.
III
Se enfriará este mundo,
una estrella entre las estrellas;
por otra parte una de las más pequeñas del universo,
es decir, una gota brillante en el terciopelo azul,
es decir, este inmenso mundo nuestro.
Se enfriará este mundo un día,
algún día se deslizará
en la ciega tiniebla del infinito
-no como una bola de nieve,
no como una nube muerta-,
como una nuez vacía.
Desde ahora mismo se ha de sufrir por todo esto,
ha de sentirse su tristeza desde ahora,
tanto ha de amarse el mundo en todo instante,
se le ha de amar tan conscientemente
que se pueda decir: He vivido. "
Poesía: Nazim Hikmet. Siglo Veinte
Siglo veinte
—"Poder dormir ahora y despertarse dentro de cien años, querido…"
—No, querida, eso no:
Yo no soy desertor,
Ni me asusta mi siglo,
Mi siglo miserable, grande, heroico.
Yo nunca me quejé de haber nacido demasiado pronto,
Yo soy del siglo veinte. Siento orgullo de serlo.
Yo me alegro de estar en donde estoy;
En medio de los nuestros
Y luchando por un mundo mejor…
—"Para de aquí a cien años, amor mío…"
—No: mucho antes y a pesar de todo.
Mi siglo agonizante y renaciente,
Mi siglo, cuyos últimos días serán bellos,
Esta terrible noche que desgarran alaridos de aurora
Lo mismo que tus ojos.
1948
ricardo marcenaro bitácora. Al fin
Mi jardín de las delicias me lo construyo,
Manos y voluntad listas, sobre lo negro: luz,
Trazo la línea.
Mi residencia en el cielo la edifico, en la tierra,
Salmos y conjuros, mente que vibra, y llega,
Soy un vaso.
Nadie puede decirme cómo ni qué hago, lo dicho,
Desconciertos y atonías, incomplitudes, incluso para mí,
Las acciones.
En final así y todo habito este lugar, esta residencia,
Un techo redondeado de calota y costillares curvos, animado,
¡Ánimo!
Todo va sencillo, nadie se desespera, solo los desesperados,
Tantas veces estuve ahí que mis ahogos estrangularon el recuerdo,
¡ Al fin!