Giambattista Tiepolo
A Seated Man and a Girl with a Pitcher
Giambattista Tiepolo
Adoration of the Magi
Giambattista Tiepolo
Aeneas Introducing Cupid Dressed as Ascanius to Dido
Giambattista Tiepolo
Allegory of Merit Accompanied by Nobility and Virtue
Giambattista Tiepolo
Allegory of the Planets and Continents
Giovanni Battista Tiepolo (Italian pronunciation: [dʒoˈvanni batˈtista ˈtjɛpolo]; March 5, 1696 – March 27, 1770), also known as Gianbattista or Giambattista Tiepolo, was an Italian painter and printmaker from the Republic of Venice. He was prolific, and worked not only in Italy, but also in Germany and Spain.
Successful from the beginning of his career, he has been described by Michael Levey as "the greatest decorative painter of eighteenth-century Europe, as well as its most able craftsman."[1]
Early life (1696–1726)
In 1710 he became a pupil of Gregorio Lazzarini, a successful painter with an eclectic style. He was, though, at least equally strongly influenced by his study of the works of other contemporary artists such as Sebastiano Ricci and Giovanni Battista Piazzetta and those of his Venetian predecessors, especially Tintoretto and Veronese.[2] A biography of his teacher, published in 1732, says that Tiepolo "departed from [Lazzarini's] studied manner of painting, and, all spirit and fire, embraced a quick and resolute style".[2] His earliest known works are depictions of the apostles, painted in spandrels as part of the decoration of the church of the Ospedoletto in Venice in 1715–6.[3] At about the same time he became painter to the Doge, Giovanni II Cornaro, and oversaw the hanging of pictures at his palace, as well as painting many works himself, of which only two portraits have been identified.[4] He painted his first fresco in 1716, on the ceiling of a church at Biadene, near Treviso.[5] He probably left Lazzarini's studio in 1717, the year he was received into the Fraglia or guild of painters.[2]
In around 1719–20 he painted a scheme of frescoes for the wealthy, and recently ennobled, publisher Giambattista Baglione in the hall of his villa at Massanzago near Padua. Tiepolo depicted the Triumph of Aurora on the ceiling, and the Myth of Phaethon on the walls, creating the kind of fluid spatial illusion which was to became a recurring theme in his work.[6]
In 1722 he was one of twelve artists commissioned to contribute a painting on canvas of one of the apostles as part of a decorative scheme for the nave of St Stae in Venice. The other artists involved included Sebastiano Ricci, Piazetti, and Pellegrini.[7]
More:
http://en.wikipedia.org/wiki/Giovanni_Battista_Tiepolo
Successful from the beginning of his career, he has been described by Michael Levey as "the greatest decorative painter of eighteenth-century Europe, as well as its most able craftsman."[1]
Early life (1696–1726)
In 1710 he became a pupil of Gregorio Lazzarini, a successful painter with an eclectic style. He was, though, at least equally strongly influenced by his study of the works of other contemporary artists such as Sebastiano Ricci and Giovanni Battista Piazzetta and those of his Venetian predecessors, especially Tintoretto and Veronese.[2] A biography of his teacher, published in 1732, says that Tiepolo "departed from [Lazzarini's] studied manner of painting, and, all spirit and fire, embraced a quick and resolute style".[2] His earliest known works are depictions of the apostles, painted in spandrels as part of the decoration of the church of the Ospedoletto in Venice in 1715–6.[3] At about the same time he became painter to the Doge, Giovanni II Cornaro, and oversaw the hanging of pictures at his palace, as well as painting many works himself, of which only two portraits have been identified.[4] He painted his first fresco in 1716, on the ceiling of a church at Biadene, near Treviso.[5] He probably left Lazzarini's studio in 1717, the year he was received into the Fraglia or guild of painters.[2]
In around 1719–20 he painted a scheme of frescoes for the wealthy, and recently ennobled, publisher Giambattista Baglione in the hall of his villa at Massanzago near Padua. Tiepolo depicted the Triumph of Aurora on the ceiling, and the Myth of Phaethon on the walls, creating the kind of fluid spatial illusion which was to became a recurring theme in his work.[6]
In 1722 he was one of twelve artists commissioned to contribute a painting on canvas of one of the apostles as part of a decorative scheme for the nave of St Stae in Venice. The other artists involved included Sebastiano Ricci, Piazetti, and Pellegrini.[7]
More:
http://en.wikipedia.org/wiki/Giovanni_Battista_Tiepolo
Allegory with Venus and Time
Giambattista Tiepolo
Angelica and Medoro with the Shepherds
Giambattista Tiepolo
Angelica Carving Medoro's Name on a Tree
Giambattista Tiepolo
Apollo and Daphne
Giambattista Tiepolo
Apollo and Diana
Giambattista (o Giovanni Battista) Tiepolo (Venecia, 5 de marzo de 1696 – Madrid, 27 de marzo de 1770) fue un pintor y grabador italiano, considerado el último gran pintor de la era barroca. Es una de las figuras más importantes del rococó italiano.
Vida
Era hijo de un corredor de barcos. Su maestro fue Gregorio Lazzarini, pero aprendió aún más de la obra de los maestros que le precedieron: Tiziano, Tintoretto y, sobre todo, Veronés. Es el más grande decorador del siglo.
En 1719 se casó con una hermana del vedutista Francesco Guardi, Maria Cecilia, de la que tuvo nueve hijos, dos de los cuales fueron también buenos pintores: Lorenzo y en especial Giovanni Domenico Tiepolo, que comenzó a colaborar con él en la década de 1740.
Pintor fecundo e imaginativo, alcanzó enorme éxito, y recibió encargos de Venecia, Milán, Bérgamo y Vicenza. Fue asistido en Venecia por un experto en perspectiva, Gerolamo Mengozzi-Colonna. El éxito de estos frescos hizo que se le contratara en otros lugares de Europa, como la Residencia de Wurzburgo y, al final de su carrera, en Madrid.
Partió a Madrid (donde fallecería), llamado por el rey Carlos III, a principios del año 1762. Su tarea principal fue decorar al fresco varios techos del Palacio Real de Madrid. Acudió con sus hijos Giandomenico y Lorenzo. Viudo de Maria Cecilia Guardi, le acompañó su nueva novia, mucho más joven que él y frecuente modelo de sus figuras femeninas.
Sus principales trabajos en Madrid fueron los frescos del Palacio Real (a destacar los del Salón del Trono) y una serie de cuadros para el altar del Convento de San Pascual (Aranjuez). Cuando falleció, su estilo empezaba a ser cuestionado y este altar fue desmontado y mutilado, para ser sustituido por otras obras al gusto neoclásico que imponía Mengs.
Estilo
En una primera época siguió el estilo de Giovanni Battista Piazzetta, Federico Bencovich y Sebastiano Ricci. El claroscuro del barroco da paso en él a los colores claros. En Venecia desarrolla un nuevo género, las vedutte, esto es, vistas minuciosas de Venecia, muy estimadas por los viajeros extranjeros.
Habiendo conocido un gran éxito por sus obras de Venecia y Bérgamo llegó a distanciarse del academicismo.
Excelente pintor, influyó en Goya debido a una notable técnica que posteriormente alcanzaría un gran reconocimiento: la «iluminación» de partes precisas del cuadro. Los colores claros resaltan impresiones o ideas tales como la pureza o lo divino. Tenía una gran facilidad para el dibujo. Sus composiciones son etéreas, llenas de gracia. Sus techos pintados, de efecto ilusionista, engañan a la vista y parecen abiertos al cielo.
Para sus temas bíblicos y mitológicos, introducía fondos arquitectónicos al estilo de Veronés. Su colorido es más claro y ligero que el de Tiziano o Rubens, con tonos nacarados, si bien maneja el pincel con soltura, sin buscar un efecto liso como Mengs y otros pintores neoclásicos posteriores.
Su producción es en gran porcentaje religiosa, por encargos de iglesias y cofradías venecianas. Abunda en cuadros de apariciones, visiones celestiales y temas de martirio. Por exigencias decorativas, suelen ser composiciones verticales muy alargadas, dividiendo el espacio entre una zona celeste y otra terrenal.
Inspiró a autores muy posteriores, como Jules Chéret (1836–1933), el primero de los grandes cartelistas que produjo sistemáticamente grandes carteles litográficos en color.
Obras
Frescos del Palacio Arzobispal de Udine (1726–1728):
Raquel escondiendo los ídolos domésticos.
Sara y el arcángel.
La muerte de Jacinto. Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid.
Frescos en Wurzburgo (1752). Por encargo del príncipe-obispo de Wurzburgo, Charles Philippe Greiffenklau, Tiépolo realizó con sus dos hijos la decoración del salón y del inmenso plafón de la gran escalera de su nueva residencia. Probablemente sea la obra más lograda de su carrera. De la escena Investidura del obispo Harold como duque de Franconia, se conserva un boceto en el Metropolitan Museum de Nueva York.
Frescos del Palacio Real de Madrid (1764). Temas: glorificación de España y la casa real. Pintó los frescos de la Saleta y del Salón del Trono.
Generosidad de Escipión, Museo Nacional de Estocolmo, boceto para la decoración de la Villa Cordellina, en el Montecchio, cerca de Vicenza. Anteriormente, Escipión había sido representado en el palacio Dugnani-Casati de Milán (1731).
Tentación de San Antonio, Pinacoteca de Brera, Milán.
Virgen del Carmen (1732), realizado para la iglesia veneciana de San Apolinar. Pinacoteca de Brera.
Agar e Ismael en el desierto (h. 1732), Scuola di San Rocco, Venecia.
Telémaco y Mentor (h. 1740), Rijksmuseum, Ámsterdam.
La Traslación de la Santa Casa de Loreto (1743–1745), Galería de la Academia de Venecia. Es un estudio preparatorio de la composición destinada a la iglesia veneciana de los carmelitas descalzos, con perspectiva sotto in sù.
Martirio de santa Águeda (1750), Gemäldegalerie, Berlín.
La visita de Enrique III a la villa Contarini. Hacia 1750. Fresco transpuesto sobre tela, Museo Jacquemart-André, París.
Rinaldo y Armida (1753), Alte Pinakothek, Múnich.
La Adoración de los Reyes (1753), Alte Pinakothek de Múnich. Perteneció al convento de benedictinos de Schwarzach y, tras la secularización de los bienes eclesiásticos, pasó a la colección de Maximiliano I.
Las virtudes teologales (h. 1754), Reales Museos de Bruselas. Es un boceto sobre el tema, del que se conocen a Tiépolo hasta cinco versiones distintas.
La visión de santa Ana (1759), Galería de pinturas de Dresde. De esta obra se conserva un modelo de menor tamaño en el Rijksmuseum.
La Virgen con san José y cinco santos (finales de los años 1750), Museo Nacional de Bellas Artes de Budapest.
San Carlos Borromeo (h. 1767–1769).
Abraham y los tres ángeles, Museo del Prado.
Lienzos para la iglesia del convento de San Pascual, en Aranjuez, hoy en el Museo del Prado:
Inmaculada Concepción (1767–1769).
San Pascual bailón.
San Antonio de Padua.
Dos balcones con orantes, Academia de Bellas Artes de Venecia, con perspectiva sotto in sù.
http://es.wikipedia.org/wiki/Giovanni_Battista_Tiepolo
Vida
Era hijo de un corredor de barcos. Su maestro fue Gregorio Lazzarini, pero aprendió aún más de la obra de los maestros que le precedieron: Tiziano, Tintoretto y, sobre todo, Veronés. Es el más grande decorador del siglo.
En 1719 se casó con una hermana del vedutista Francesco Guardi, Maria Cecilia, de la que tuvo nueve hijos, dos de los cuales fueron también buenos pintores: Lorenzo y en especial Giovanni Domenico Tiepolo, que comenzó a colaborar con él en la década de 1740.
Pintor fecundo e imaginativo, alcanzó enorme éxito, y recibió encargos de Venecia, Milán, Bérgamo y Vicenza. Fue asistido en Venecia por un experto en perspectiva, Gerolamo Mengozzi-Colonna. El éxito de estos frescos hizo que se le contratara en otros lugares de Europa, como la Residencia de Wurzburgo y, al final de su carrera, en Madrid.
Partió a Madrid (donde fallecería), llamado por el rey Carlos III, a principios del año 1762. Su tarea principal fue decorar al fresco varios techos del Palacio Real de Madrid. Acudió con sus hijos Giandomenico y Lorenzo. Viudo de Maria Cecilia Guardi, le acompañó su nueva novia, mucho más joven que él y frecuente modelo de sus figuras femeninas.
Sus principales trabajos en Madrid fueron los frescos del Palacio Real (a destacar los del Salón del Trono) y una serie de cuadros para el altar del Convento de San Pascual (Aranjuez). Cuando falleció, su estilo empezaba a ser cuestionado y este altar fue desmontado y mutilado, para ser sustituido por otras obras al gusto neoclásico que imponía Mengs.
Estilo
En una primera época siguió el estilo de Giovanni Battista Piazzetta, Federico Bencovich y Sebastiano Ricci. El claroscuro del barroco da paso en él a los colores claros. En Venecia desarrolla un nuevo género, las vedutte, esto es, vistas minuciosas de Venecia, muy estimadas por los viajeros extranjeros.
Habiendo conocido un gran éxito por sus obras de Venecia y Bérgamo llegó a distanciarse del academicismo.
Excelente pintor, influyó en Goya debido a una notable técnica que posteriormente alcanzaría un gran reconocimiento: la «iluminación» de partes precisas del cuadro. Los colores claros resaltan impresiones o ideas tales como la pureza o lo divino. Tenía una gran facilidad para el dibujo. Sus composiciones son etéreas, llenas de gracia. Sus techos pintados, de efecto ilusionista, engañan a la vista y parecen abiertos al cielo.
Para sus temas bíblicos y mitológicos, introducía fondos arquitectónicos al estilo de Veronés. Su colorido es más claro y ligero que el de Tiziano o Rubens, con tonos nacarados, si bien maneja el pincel con soltura, sin buscar un efecto liso como Mengs y otros pintores neoclásicos posteriores.
Su producción es en gran porcentaje religiosa, por encargos de iglesias y cofradías venecianas. Abunda en cuadros de apariciones, visiones celestiales y temas de martirio. Por exigencias decorativas, suelen ser composiciones verticales muy alargadas, dividiendo el espacio entre una zona celeste y otra terrenal.
Inspiró a autores muy posteriores, como Jules Chéret (1836–1933), el primero de los grandes cartelistas que produjo sistemáticamente grandes carteles litográficos en color.
Obras
Frescos del Palacio Arzobispal de Udine (1726–1728):
Raquel escondiendo los ídolos domésticos.
Sara y el arcángel.
La muerte de Jacinto. Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid.
Frescos en Wurzburgo (1752). Por encargo del príncipe-obispo de Wurzburgo, Charles Philippe Greiffenklau, Tiépolo realizó con sus dos hijos la decoración del salón y del inmenso plafón de la gran escalera de su nueva residencia. Probablemente sea la obra más lograda de su carrera. De la escena Investidura del obispo Harold como duque de Franconia, se conserva un boceto en el Metropolitan Museum de Nueva York.
Frescos del Palacio Real de Madrid (1764). Temas: glorificación de España y la casa real. Pintó los frescos de la Saleta y del Salón del Trono.
Generosidad de Escipión, Museo Nacional de Estocolmo, boceto para la decoración de la Villa Cordellina, en el Montecchio, cerca de Vicenza. Anteriormente, Escipión había sido representado en el palacio Dugnani-Casati de Milán (1731).
Tentación de San Antonio, Pinacoteca de Brera, Milán.
Virgen del Carmen (1732), realizado para la iglesia veneciana de San Apolinar. Pinacoteca de Brera.
Agar e Ismael en el desierto (h. 1732), Scuola di San Rocco, Venecia.
Telémaco y Mentor (h. 1740), Rijksmuseum, Ámsterdam.
La Traslación de la Santa Casa de Loreto (1743–1745), Galería de la Academia de Venecia. Es un estudio preparatorio de la composición destinada a la iglesia veneciana de los carmelitas descalzos, con perspectiva sotto in sù.
Martirio de santa Águeda (1750), Gemäldegalerie, Berlín.
La visita de Enrique III a la villa Contarini. Hacia 1750. Fresco transpuesto sobre tela, Museo Jacquemart-André, París.
Rinaldo y Armida (1753), Alte Pinakothek, Múnich.
La Adoración de los Reyes (1753), Alte Pinakothek de Múnich. Perteneció al convento de benedictinos de Schwarzach y, tras la secularización de los bienes eclesiásticos, pasó a la colección de Maximiliano I.
Las virtudes teologales (h. 1754), Reales Museos de Bruselas. Es un boceto sobre el tema, del que se conocen a Tiépolo hasta cinco versiones distintas.
La visión de santa Ana (1759), Galería de pinturas de Dresde. De esta obra se conserva un modelo de menor tamaño en el Rijksmuseum.
La Virgen con san José y cinco santos (finales de los años 1750), Museo Nacional de Bellas Artes de Budapest.
San Carlos Borromeo (h. 1767–1769).
Abraham y los tres ángeles, Museo del Prado.
Lienzos para la iglesia del convento de San Pascual, en Aranjuez, hoy en el Museo del Prado:
Inmaculada Concepción (1767–1769).
San Pascual bailón.
San Antonio de Padua.
Dos balcones con orantes, Academia de Bellas Artes de Venecia, con perspectiva sotto in sù.
http://es.wikipedia.org/wiki/Giovanni_Battista_Tiepolo
Apollo and the Continents (Africa, left-hand side)
Giambattista Tiepolo
Apollo and the Continents (Africa, right-hand side)
Giambattista Tiepolo
Apollo and the Continents (America, left-hand side)
Giambattista Tiepolo
The Virgin Appearing to St Philip Neri
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