





Po Chü-I (también conocido como Bai Juyi) (772-846)
A Li Chien
para encauzar el curso de mi vida,
directamente acudí
a Chuang Tzu, capitulo primero.
Pero en los últimos años
el espíritu es mi preocupación;
me convertí a
de
el Mundo tal como es;
íntimamente, supero las limitaciones
que imponen los sentidos.
ni por la aldea ni por
en mi casa, no necesito
la compañía de nadie.
adondequiera que vaya
mi mente está en sosiego
y no necesito de inflexiones y estiramientos
para el bienestar de mis miembros;
ni de ríos ni de lagos
para calmar mis pensamientos.
Si tengo propensión al vino,
algunas veces bebo;
si no tengo nada que hacer
me siento reposadamente,
silencioso y tranquilo
hasta muy tarde
y al siguiente día, duermo profundamente
hasta que el Sol está muy alto.
las noches largas;
no me lamento en primavera
por los días que pasan.
si es joven o viejo,
y a mi alma, que aprecie igual
la vida que la muerte.
ayer, cuando te vi,
diste a mis pensamientos
lo que llaman “corazón y médula”;
porque también mi Camino es
como lo “inexpresable”.
Y a no ser por ti, jamás
lo hubiese explicado con palabras.
Me compré el Súper Downloder X-Beta Híper 33, del estudio Vagáis Hermanos, Sinlicor Valley, California.
Ahora soy un octópodo, me conecté el cable al ombligo, como dicen las instrucciones. ¡Clic!
¡Genial!, ahora manejo siete teclados (guardo un tentáculo para rascarme, fumar y otras cosas) ¡Por fin me crecieron más brazos! ¡Aleluya! (hasta me sirvió para persignarme el brazo libre!!!)
Con el Downloder la vida se me vuelve una maravilla, puedo abrir diez cuentas más, un mundo de probabilidades me espera, ¡Soy un winner!
Me gusta desarrollar mis cualidades y volverme un zapallo: estar siempre para el caldo, ser un sano puré aliviando las hordas del mundo.
Yo solito.
Con el Súper Dowloder X- Beta Híper 33.
Ricardo Marcenaro
3 de septiembre de 2009
El lobo estepario tenía, por consiguiente, dos naturalezas, una humana y otra lobuna; ése era su sino. Y puede ser también que este sino no sea tan singular y raro. Se han visto ya muchos hombres que dentro de sí tenían no poco de perro, de zorro, de pez o de serpiente, sin que por eso hubiesen tenido mayores dificultades en la vida. En esta clase de personas vivían el hombre y el zorro, o el hombre y el pez, el uno junto al otro, y ninguno de los dos hacía daño a su compañero, es más, se ayudaban mutuamente, y en muchos hombres que han hecho buena carrera y son envidiados, fue más el zorro o el mono que el hombre quien hizo su fortuna.