Percibí,
Jugando entre los entretejidos de mi jardín.
El pájaro me lo enseñó diciéndomelo al oído, ¿escucha niño!, (una noche en el que el sol floreció en una estrella)
Aprendí las señales de los escarabajos, me hablaron de eternidad y trascendencia.
Escuché atentamente, fascinado, ¡cuento nuevo!
El tronco reciente soltó el perfume, sin llorar el corte, seco, maduro, cantó hablando de transfiguraciones.
Recordó a la madera arenándose en su cuna alimentada por filtraciones, en el mismo acto de su esplendor…, así somos nosotros también, destino de esta intemperie a la que llamamos vivir, esencializando.
Una furia entre leones me arrojó sobre vidrios, sangré mucho, supe lo que es esperar la muerte, nadie podrá jamás escamarme el alma, solo Dios, Él y yo sobre el espíritu.
Vi mil mundos y escuché cien mil voces, entre personas y libros, caminé perdurablemente agradado por las novedades que desilusionaron abortando al poco, apariencias y verdades descubiertas y seguir el paso, siempre más allá, hasta que el más allá se acabe o sea lo que sea que pase, eso no me importa, no es asunto mío.
como te quiero!
ResponderEliminarhacés bien! me lo merezco! Já!
ResponderEliminarQue lindo desnudar del alma. Que bonito darse cuenta que el Sol se oculta cada tarde para florecer luego en estrellas y bordar el cielo; sólo a través del alma se puede trascender ... en lo sublime que se deja en cada entrega nacida de élla: Seguiremos caminando y descubriendo...esa es la ruta ...sin descanso. hasta cuando y hasta donde, no sabemos. como bien dices, no es asunto nuestro. . . yo me confieso cobarde ante esta incertidumbre, cobarde también si tuviese la oportunidad de saber erl hacia donde y hasta cuando.........Eso si, estoy muy felíz de tener amigos como tú. mi alma es traviesa, es inquieta y se asoma a tu alma querido amigo. Te quiero ! Dalia
ResponderEliminarTodo eso es a mí? já! Te quiero también
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