Se burla el tiempo de la memoria,
De sus redes deshilachadas
En bandera de agitación.
Marcas borrosas, historias perdidas
Alientan tontas esperanzas:
Permanecer, ser alguien, ser algo,
Afirmar reiteradamente, hasta convencer/se.
Ignorantes sin candor, juguetes rotos abarrotados de huellas,
Volviendo a sentir lo que penas aprendimos equivocadamente,
Salto sensible al abismo personal que llamamos persona, no Ser.
Somos una patética miscelánea de in conclusiones y ludismo:
Yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos,
Extraños, extranjeros, parias de compañía salvo milagros,
Desnuda ceniza expuesta al viento Divino. Perpetuo volver,
Amnesia de lo que fuimos, ignorancia de lo que somos,
Amnesia e ignorancia y a pesar de eso
Conmovernos estremecidos por el más pequeño o ínfimo roce del ser amado,
Risa de Dios que repara sus juguetes y los perdona,
Por un momento.
Nota:
Este poema fue escrito en el período en que viví en
En tierras de meditación estuve, e introspección a la vez que de salir a los demás desde la radio local, FM Cachi, donde hice un bendito programa, “Reflexiones, un programa para el pensamiento” que permitió enriquecerme y tratar de retribuirlo a mis oyentes.
Este poema fue leído en mi programa semanal para el que escribí con fervor y amor.
En ese lugar sentí felicidades inmensas y permanentes.
Siempre estaré agradecido a mi querida amiga Terucha de Wayar por haberme permitido hacerlo.
A su salud y alegría, siempre.
RM