One of the beautiful natural forms
Una de las bellas formas naturales
ABANDONÉ las sombras,
las espesas paredes,
los ruidos familiares,
la amistad de los libros,
el tabaco, las plumas,
los secos cielorrasos;
para salir volando,
desesperadamente.
Abajo: en la penumbra,
las amargas cornisas,
las calles desoladas,
los faroles sonámbulos,
las muertas chimeneas,
los rumores cansados;
pero seguí volando,
desesperadamente.
Ya todo era silencio,
simuladas catástrofes,
grandes charcos de sombra,
aguaceros, relámpagos,
vagabundos islotes
de inestables riberas;
pero seguí volando,
desesperadamente.
Un resplandor desnudo,
una luz calcinante
se interpuso en mi ruta,
me fascinó de muerte,
pero logré evadirme
de su letal influjo,
para seguir volando,
desesperadamente.
Todavía el destino
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de mundos fenecidos,
desorientó mi vuelo
—de sideral constancia—
con sus vanas parábolas
y sus aureolas falsas;
pero seguí volando,
desesperadamente.
Me oprimía lo fluido,
la limpidez maciza,
el vacío escarchado,
la inaudible distancia,
la oquedad insonora,
el reposo asfixiante;
pero seguía volando,
desesperadamente.
Ya no existía nada,
la nada estaba ausente;
ni oscuridad, ni lumbre,
—ni unas manos celestes—
ni vida, ni destino,
ni misterio, ni muerte;
pero seguía volando,
desesperadamente.
Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden y se entregan.
Oliverio Girondo
En el fondo de la calle, un edificio público aspira el mal
olor de la ciudad.
Las sombras se quiebran el espinazo en los umbrales, se
acuestan para fornicar en la vereda.
Con un brazo prendido a la pared, un farol apagado tiene
la visión convexa de la gente que pasa en automóvil.
Las miradas de los transeúntes ensucian las cosas que se
exhiben en los escaparates, adelgazan las piernas que
cuelgan bajo las capotas de las victorias.
Junto al cordón de la vereda un quiosco acaba de
tragarse una mujer.
Pasa: una inglesa idéntica a un farol. Un tranvía que es
un colegio sobre ruedas. Un perro fracasado, con ojos de
prostituta que nos da vergüenza mirarlo y dejarlo pasar.
De repente: el vigilante de la esquina detiene de un golpe
de batuta todos los estremecimientos de la ciudad, para que
se oiga en un solo susurro, el susurro de todos los senos al
rozarse.
Oliverio Girondo
Buenos Aires, agosto, 1920.
ricardo marcenaro foto
Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana.
Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más
solos. Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas.
Trote hueco de los jamelgos que pasan y nos emocionan sin
razón.
¿A qué nos hace recordar el aullido de los gatos en celo, y
cuál será la intención de los papeles que se arrastran en los
patios vacíos?
Hora en que los muebles viejos aprovechan para sacarse
las mentiras, y en que las cañerías tienen gritos
estrangulados, como si se asfixiaran dentro de las paredes.
A veces se piensa, al dar vuelta la llave de la electricidad,
en el espanto que sentirán las sombras, y quisiéramos
avisarles para que tuvieran tiempo de acurrucarse en los
rincones. Y a veces las cruces de los postes telefónicos,
sobre las azoteas, tienen algo de siniestro y uno quisiera
rozarse a las paredes, como un gato o como un ladrón.
Noches en las que desearíamos que nos pasaran la mano
por el lomo, y en las que súbitamente se comprende que no
hay ternura comparable a la de acariciar algo que duerme.
¡Silencio! —grillo afónico que nos mete en el oído—.
¡Cantar de las canillas mal cerradas! —único grillo que le
conviene a la ciudad—.
Buenos Aires, noviembre, 1921.
Oliverio Girondo
Mientras tenía el armado de mi blog, me llega un mail que transcribo parcial.
Leo fue alumno mío y vive en Brasil.
Las voces se llaman.
Siempre, son mutuas, por amor o desesperación, por nunca olvido.
Fui exigente con él.
Dios juega con nosotros.
Querido Richard,
La entrevista que vi en tu blog es un retrato fiel y multifacetado claro de ti, me reia recordando nuestras charlas y essa frase que siempre recuerdo y uso cuando ella se presenta: "La aventura del pensamiento" que es lo que conseguimos de capturar en forma de sensación, porque la mision de un artista es crear nuevos territorios sensibles , inventar pensamiento sensible e no sentimenatloide.....
Siempre estas presente en mi aun que no sea muy allegado a usar la red como medio de comunicacion afectivo, en cambio a vos te cayó como como un guante del arquitecto do caosmos da arte e da belleza...en tu bunker tejiendo redes y juegos de ajedres do amor.
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Estoy leyendo muicho Henry Miller que com seus flujos delirantes, cósmicos de adentro para afuera y siempre afirmativos es una fuerza preciosa en estos momentos:
" Como es que una persona sabe que un dia baterá alas, que como un colibrí será capaz de suspenderse en el aire y disparar, dejando un manchón iridicentes? Ela nunca sabe. Espera, desea y se dá la cabeza contra la pared. Pero "la cosa" sabe. La cosa sabe esperar. La cosa sabe que todos los errores, todos los desvios, todos los fracasos y frustraciones acabarán revertiendose a nuestro favor. Experiencia es oro"
Henry Miller - Nexus
Siento que necesito un cambo aun más profundo en esas raízes podridas que me entorpecem y lentificam, a veces lo vejo ahí al alcance de la mano, outras se me hace grande la tarea, lo que sé es que no quiero mas batallar en el sentido de "tener que" queiro aprender a jugar mas a danzar a elevarme y dejar de arrastarme, estoy asi desde el comienzo del año com o meu pié, pero en un sentido nietzschiano tengo ua oportunidad especial para criar novas maneiras que seam inerentes y no desde uma vonluntadad consciente e laberintica. Estoy haciendo un trabajo que se llama Las tres metamorfosis del espíritu sobre le aforismo con ese nombre de Asi habló Zaratustra.
Querido maestro y amigo, una abrazote y buenos encuentros, Leo
Contexto – Context
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"El cambio de los sentidos" - "The senses change"