Hablándome
Uno mientras respira cree respirar y de verdad respira porque uno sabe que sino estaría muriéndose pero sucede que uno igual está muriéndose respirando aspirando sintiendo resintiendo disparado de dolor.
Cuando el dolor nos dispara, amigos, saben, la pólvora inmediata y las venas como mechas y los pulmones como bombas de amar la guerra en vez de cuando los pulmones amar el fuego de tu fuego en la pólvora de nuestro sexo amara
¿A dónde se fue todo eso que ya no quieres porque todo fue una gloria un desastre una ensalada de egos de territorios de propiedades de adjetivos calificaciones y hasta por puntos nos sentíamos ibamos ibamos a dónde?
Claro quisiera tenerlo claro al claro de la palabra claro inundarme de ella decir claro y que claro todo se aclare y se me abra la palabra claro como agua que tengo en este alma transparente que te mostré siempre claramente
No podes haber olvidado llora algo dentro tuyo como espuelas masticadas dentro secan el vino de la sangre en la boca del estómago donde el diafragma se acera contra los tejidos escleróticos infectados de quién más
Ya sé
Exagero
Ojalá te habitarán estos relámpagos en las piernas que deshago en las manos para no matar.
Ricardo Marcenaro
22 de agosto de 2009
Algunos de nosotros nos enamoramos de un ángel.
ResponderEliminar¿Álguien vío un ángel?
Se conectan con nuestra alma, nos inundan de luz, despliegan sus alas y desaparecen....
Y nosotros tan terrenos, necesitamos más...
Duele en el cuerpo la ausencia..
Las personalidades mi amigo no suelen estar a la altura de las circunstancia...y nos separan
Algún día tal vez cuando duela menos le contare mi historia..
Saludos
Delia
Creo que abrirás los brazos si te busca...amigo...no sé. . . Cuídate nucho!
ResponderEliminarDalia me cuidas, pero me he acostumbrado a cuidarme solo, así lo quise y así nadie me cuida, o sí y prefiero ignorarlo. Solo estás siempre.
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