jueves, 6 de agosto de 2009

El Motor De Un Mar No Es Un Corazón - Poema por Ricardo Marcenaro



El motor de un mar no es un corazón,

El ojo del huracán magnífico y sereno,

Las pulsaciones de la tortuga deslizándose en la playa,

El beso enloquecido de los labios brillantes comiéndose,

El vals acuático de las algas que desprenden luces de colores con alas,

El grano de arena mínimo que brilla a la luna como una perla,

El volcán en el abismo que vomita resplandores de rocas babeantes que de muerte dé vida,


O


Alguna invención humana con aliento a diamantes de billetes que se rompen,

Las prosas eternas de quién es incapaz de abrirse como una flor que invita a libar las esencias más satisfactorias,

El alma dolida de la sirena que tiene en el corazón todo lo que es de mujer y de hombre,

La paralela con trampa de los términos opuestos que quieren encerrar lo que es del círculo,

Y ni siquiera la respuesta que en sí: está herida de sofisma con su trote abalanzándose hacia nosotros con su tropa de ruidos esquilmantes.


Ese silencio que me diste en un día de sol amó la ola, el aire, el aroma, el silencio.

No sé como te llamabas, ya olvidé si eras mujer u hombre, pero era íntimo y profundo.