miércoles, 7 de octubre de 2009

Sculpture: Bernini. Ecstasy of St Teresa, Escultura: Bernini. Éxtasis de Santa Teresa














The Ecstasy of Saint Theresa (clic here wiki) (alternatively Saint Teresa in Ecstasy or Transverberation of Saint Teresa) is the central marble group of a sculpture complex designed and completed by Giovanni Lorenzo Bernini for the Cornaro Chapel of Santa Maria della Vittoria in Rome. It is one of the sculptural masterpieces of High Roman Baroque.

The entire ensemble was overseen and completed by a mature Bernini during the Pamphili papacy of Innocent X. During this time, the sculptor's past involvement with the profligate expenses of the prior Barberini papacy had disgraced Bernini and deprived him of much Vatican patronage. The services of Bernini's studio were thus available to a patron such as the Venetian Cardinal Federico Cornaro (1579–1673). Cornaro had chosen the otherwise nondescript church of the Discalced Carmelites for his burial chapel. He had reason to avoid burial in Venice, since his appointment as a cardinal by Urban VIII while his father Giovanni was Doge had created a furor in his home-city, which banned families from holding such powerful positions simultaneously. The chapel chosen had previously depicted St. Paul in Ecstasy, and the Cardinal replaced it with the ecstatic event undergone by the first Carmelite saint, recently canonized in 1622.[1]

It was completed in 1652 for the then sum of 12,000 scudi.[2]

The chapel is an explosion of colored marble, metal, and detail. Light filters though a window above Teresa, underscored by gilded rays. The dome is frescoed with the illusionistic cherub-filled sky with the descending light of the Holy Ghost allegorized as a dove. On the side walls, in boxes as if at the theatre, are life-size high-relief donor portraits of the male members of the Cornaro family, present and discussing the event.

The two focal sculptural figures derive from an episode described by Teresa of Avila in her autobiography, The Life of Teresa of Jesus (1515–1582), a mystical cloistered Discalced Carmelite reformer and nun. The chapter describes divine visions, including one where she saw a young, beautiful, and lambent angel standing aside her body:

I saw in his hand a long spear of gold, and at the iron's point there seemed to be a little fire. He appeared to me to be thrusting it at times into my heart, and to pierce my very entrails; when he drew it out, he seemed to draw them out also, and to leave me all on fire with a great love of God. The pain was so great, that it made me moan; and yet so surpassing was the sweetness of this excessive pain, that I could not wish to be rid of it. The soul is satisfied now with nothing less than God. The pain is not bodily, but spiritual; though the body has its share in it. It is a caressing of love so sweet which now takes place between the soul and God, that I pray God of His goodness to make him experience it who may think that I am lying.[3]



La obra Éxtasis de Santa Teresa (clic Wiki aqui) es la obra más conocida del escultor y pintor Gian Lorenzo Bernini. Fue realizada entre 1647 y 1651, por encargo del cardenal Cornaro, para ser colocada donde iría su tumba, en la iglesia de Santa María de la Victoria (Santa Maria della Vittoria), en Roma, donde actualmente se encuentra, en la llamada Capilla Cornaro. Esta considerada una de las obras maestras de la escultura del alto barroco romano.

Todo el conjunto fue supervisado y completado por un maduro Bernini durante el papado de Inocencio X. Durante este tiempo, la implicación pasada del escultor con los gastos derrochadores del previo papado Barberini había hecho que Bernini cayera en desgracia y se le privó en gran medida del mecenazgo papal. Bernini estaba por lo tanto disponible para el veneciano Cardenal Federico Cornaro (1579-1673), que había elegido la iglesia, por otro lado sin mayor atractivo, de los Carmelitas descalzos como su capilla de enterramiento. Tenía razones para evitar que lo enterrasen en Venecia, puesto que su nombramiento como cardenal por Urbano VIII (Barberini) mientras su padre Giovanni era dogo había creado cierto escándalo en su ciudad natal, con enfrentamientos dentro de las familias. Eligió una capilla que previamente había presentado a San Pablo en éxtasis, y el cardenal lo remplazó con una imagen de la primera santa carmelita en éxtasis, cuya canonización era reciente (1622).[1]

Se completó en 1652 costando la por entonces exorbitante suma de 12.000 escudos (unos 120,000 dólares).[2]

Representa a Santa Teresa de Jesús, escritora mística y reformadora de la sociedad religiosa, que fue beatificada en el año 1614 por Paulo V (canonizada en 1622).

La capilla es una explosión de mármol de color, metal y detalles. Filtros de luz a través de una ventana por encima de santa teresa, subrayados por rayos dorados. La cúpula tiene frescos con un cielo de trampantojo, lleno de querubines, con la luz descendente del Espíritu Santo representado en forma de paloma. En las paredes laterales, hay relieves a tamaño real de la familia Cornaro.

Las dos figuras principales que centran la atención derivan de un episodio descrito por santa Teresa de Ávila en uno de sus escritos, en el que la santa cuenta cómo un ángel le atraviesa el corazón con un dardo de oro. La escena recoge el momento en el que el ángel saca la flecha, y la expresión del rostro muestra los sentimientos de Santa Teresa, mezcla de dolor y placer. Según sus propias palabras:

"Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces, y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. El dolor era tan fuerte que me hacia lanzar gemidos, mas esta pena excesiva estaba tan sobrepasada por la dulzura que no deseaba que terminara. El alma no se contenta ahora con nada menos que con Dios. El dolor no es corporal sino espiritual, aunque el cuerpo tiene su parte en él. Es un intercambio amoroso tan dulce el que ahora tiene lugar entre el alma y Dios, que le pido a Dios en su bondad que haga experimentarlo a cualquiera que pueda pensar que miento... "

Las figuras están realizadas en mármol blanco principalmente, y los rayos del sol de bronce. Tiene una altura de 3,5 metros. La fuerte expresividad de la obra, el desorden de las figuras y en especial del pliegue del manto de la santa, denotan que es de claro estilo barroco. Bernini además pintó la capilla donde fue colocado el conjunto, para darle mayor realismo y sensación de misticismo.

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