Ricardo Marcenaro bitácora. Hoy conocí a una amiga del Facebook

Hoy fui a encontrarme con una amiga del Facebook que me caía muy bien y no me equivoqué.

El encuentro fue en el Museo Nacional de Bellas Artes y fue muy agradable, lindo, bello, buena gente, gente que se le ve el agua corrida en los ojos en los que se expresan una alegría lumínica, una forma de tomar la vida sonriendo, a pesar de todo, por supuesto, pues no creo a humano alguno exento de sufrimientos.

A mí los lugares muy concurridos no me encantan, vivo en silencio y soledad, demasiadas energías que perturban cuando uno ha hecho el ejercicio de pelarse de piel, para mi fue necesario.

Entre cuentos y mapas los cuadros pasaban, pero los cuadros estaban en las palabras de los cuentos y los mapas, soy curioso y pregunto sin invadir, más cuando percibo frescura y estoy frente a un ser abierto, solar.

Luego tomamos café al aire libre, en el café de las artes.

Esta amiga me contó historias de piratas que acaba de ver en Brasil muy graciosas, el mundo inaudito en el que vivimos como inauditos somos.

Refrescaba, había que partir, extrañaba mi casa donde mi amor me espera y el solo beso del hola me asegura una paz profunda, me fui sonriente, sabiendo que tengo una amiga, un ser que si sabe de mí sonríe, como yo.