martes, 22 de septiembre de 2009

ricardo marcenaro. Ombligo peludo


ricardo marcenaro. Ombligo peludo



Despistada banderola que gira para todos lados por gracia del viento que se le encarnese y no se da cuenta que siendo suyo no lo es si no le hace.

Pero en fin, que sabrá al fin de esa ruta que se le marcaron hace tiempo, como debe terminar todo, como todo lo termina.

Dime, ¿no hay un impulso en ti que reconoces como permanente, como una forma de recurrencia?

Y bailas el vals permanente y lo repites pero claro que claro que claro yo sé y todos los asistentes, tienes razón, es verdad que tienes, si siempre sales bien, al aire, al sol, y tu vida ha sido de un divino contento.

Eso de detenerme sin permiso a quererte, lo siento.


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