lunes, 2 de noviembre de 2009

Poesía: Blake. William. Cantares de Experiencia. Parte 4. El Terrón y El Guijarro - El Pequeño Vagabundo - Jueves Santo

El Terrón y el Guijarro


"El amor no anhela complacerse a sí

mismo

ni por sí mismo se inquieta,

en cambio al otro da sosiego,

y construye un Cielo en la desolación

del Infierno."

Así cantaba un diminuto Terrón

de Arcilla

pisoteado por las patas del ganado,

pero un Guijarro del cañadón

murmuró estos versos apropiados:

"El amor sólo busca darse el gusto,

y encadenar al otro a su deleite,

se regocija con el desconsuelo ajeno,

y construye un Infierno a expensas

del Cielo."


El Pequeño Vagabundo


Querida madre, querida madre, qué

helada está la Iglesia,

pero la taberna es reconfortante,

agradable y cálida;

además, sé perfectamente dónde me

tratan bien,

aunque tal trato en el cielo nunca daría

resuItado.


Pero si en la Iglesia nos dieran un

poquito de cerveza,

y un buen fogón que reconforte

nuestras almas,

cantaríamos y rezaríamos la jornada

entera,

y ni una sola vez nos apartaríamos

de la Iglesia.


De modo que el párroco podría

predicar, beber y cantar,

y estaríamos todos felices como pájaros

en primavera;

y la pobre dama abandonada, que

siempre está en la Iglesia,

se libraría de niños peleadores,
de ayunos y de latigazos.


Y Dios, regocijado como un padre

que ve

a sus hijos tan afables y dichosos como

él mismo,

ya no tendría más querellas con el

Diablo o el Barril,

sino que lo besaría, y le daría tragos

y vestimentas.


Jueves Santo


¿Acaso es algo santo

en una tierra rica y fructífera

ver a bebés condenados a la miseria

y alimentados con mano fría y usurera?


¿Es este clamor tembloroso una

canción?

¿Puede ser llamado un canto de júbilo?

¿Con tantas criaturas miserables?

¡Esta es una tierra de pobreza!

Y su sol no brilla jamás,

y sus campos son páramos desnudos,

y sus senderos están plagados de

espinas:

el invierno eterno se impone allí.


Pues dondequiera que brille el sol,

donde sea que caiga la lluvia,

los niños nunca pasan hambre,

ni la pobreza espanta a la mente.



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