ricardo marcenaro bitácora. Ver bajo el agua.

Hoy hablaba con mi sobrino Agustín sobre experiencias familiares y de experiencias con gente en general, hablábamos sobre una característica que tengo, más o menos me dijo esto:

- Sabés tío lo que pasa con vos, que esa cosa que tenés de ser directo, de darte cuenta de lo que está adentro del otro, (a nadie le gusta que lo pongan al descubierto), causa rechazo, intimida.

Tiene razón Agustín, lo sé perfectamente, es difícil manejarse con eso y no sirvo para callar. ¿Para que mentir o ser un hipócrita?

Federico Manuel Peralta Ramos me decía que yo veía bajo el agua, me y lo quería mucho, me y lo conocía profundamente.

No ahorraré nunca un comentario que dicho en forma firme, lleno de fortaleza, plante un tajo en las auto-mentiras, empezando por mí así procedo, lo que no quiere decir que no esté exento de esta forma de la negación y de la negatividad. Muchos de los grandes cambios que he hecho en mi vida han sido gracias a que me dijeron duramente, exponiéndome, instruyéndome, para que cambie. Creo en eso.

Demasiada delicadeza cría indolencia. La indolencia para los indolentes, no para mí.