miércoles, 16 de septiembre de 2009

Hijos: Casas Evaporadas, ricardo marcenaro bitácora

casa de amiga de mis hijas


casa que habitaron mis hijos



casa que habitaron mis hijos

Estas casas tienen la relación en presente de lo que está por ausente.

La ausencia hace presencia. Se siente la ausente.


Estas son casas que habitaron mis hijos, por las que a veces paso como si me reencontrase con un fantasma vacío, incapaz de darme para atrás, incapaz de llevarme a futuro.


Sin embargo, estas casas silenciosas, deshabitadas aunque estuviesen llenas de multitudes, aún tienen un esténtor de vitalidad que me circunda.


Es extraño pasar delante de ellas, pisando un reloj que nos hace patinar a toboganes donde todas las imágenes se confunden.


A veces me evaporo, otros suspiro, otras sigo de largo como si fuesen esa casa y nada más que esa, casi otra.


El tiempo que nos signa llevándonos de las orejas y que no tiene tiempo para aplausos o reproches.


El tiempo que no tienen tiempo aunque nos cargue de él abriéndonos en la espalda un bolsillo de nostalgias que no llevan a ningún lado.


Estas casas que llenas de significados aún, no mienten, sintiendo.



4 comentarios:

  1. En nada...en nada hay más presencia que en la ausencia...la ausencia te hace recorrer distancia en segundos...por sobre los campos...por sobre todo, hasta llegar a lo que está lejos....el alma se escapa Ricardo y olvida a su templo, lo deja sólo...¿cuánto tiempo?...quien sabe!!!! . Seguro que ellos te aman tanto como tú les amas...! Dalia

    ResponderEliminar
  2. Las relaciones padres e hijos nunca son todo lo fáciles que quisieramos. Las casas traen recuerdos.

    ResponderEliminar
  3. como me gustaria una casa de esas

    ResponderEliminar
  4. dificil anonimar el anonimo anonimadamente

    ResponderEliminar