sábado, 12 de septiembre de 2009

ricardo marcenaro bitácora. Viejo Lobo

Viejo Lobo

La noche tiraba sobre las veredas monedas de hojalata,

Una ventana zumba y no se porqué,

Ausente una sombra quizás paso entrecortada como un pestillo,

Todo el día comió del fuego

el manjar que da el día,

lo gustó,

lo agotó,

lo dejó libre.


En su alma laten los bosques que se renuevan en primavera,

Las estrellas palpitando reflejadas en las últimas nieves,

El agua corre para el valle con una música conocida que ríe, como en su alma que nadie conoce, porque el ríe amando cada instante.


Estira su cuerpo, aúlla clavando las notas a los follajes ahogados, los revive.


Vapor dibujando sobre su cuerpo flotantes setos púrpuras.

Luna que se parte sobre su lomo, llena de amor.


Ricardo Marcenaro

12 de septiembre de 2009

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