jueves, 20 de agosto de 2009

Algo de lo que sé - ricardo marcenaro texto

El que sabe lo que sabe y lo da: lo gana, el que sabe lo que sabe y lo guarda: lo pierde. (José Martí)



Inspirado por Martí, algo de lo que sé:




Los estilos no se copian, se logran reconociéndose,

La belleza no se imita, es trabajo existencial,

Los contenidos no se cargan, viven ofrecidos,

La lindura no es un fin, es un final seguro,

Los modos no son un asunto de clases, es de clase,

La clase no es una cuestión de grupo, es fecunda labor en uno,

La nobleza no es un don de la sangre, es espíritu sin escamas,

El refinamiento no es placer de la afectación, es pulir la mejor harina para uno de los panes que más hilan,

La perseverancia no es una condena, es una puerta responsable al aire libre,

La responsabilidad no es mochila gravosa, más bien es una alfombra “mágica”,

La mentira no es una virtud de la conveniencia, es esclavitud asegurada para no vivir,

La verdad no es un defecto del imprudente, es darse para vivir la libertad de lo intenso,

El estoicismo no es una forma de auto tortura, es supremo ofrecimiento del amor a los demás,

El amor no es un estado, es el universo de los estados,

Ser universal no es habitar la nada, es aportar con lo de uno: conociendo,

El conocimiento no es cantidad de libros que se repiten como un loro, es una acumulación del propósito de Ser que relaciona,

Ser no es afirmar a locas y ciegas desconsideradamente, es trabajarse en permanencia en la consideración de la paz que va a la trascendencia,

Considerar no es doblarse, perder, menoscabarse, es ubicarse fuera de uno recibiendo sin prejuicios,

Ser ubicuo no es ser timorato, es tener el tacto de las situaciones y los demás,

La prudencia no es un retraso de la acción, es clavar los pies bien firmes para lanzarse entero,

La simpleza no es un estado de ausencia mental, es una forma de facilitar facilitándose,

Las formas no son reglas, son arreglos,

Arreglarse no es zurcir hasta la próxima, es disponerse a la curación,

Curarse no es perder nada de la personalidad que nos parezca una característica propia, es enmendar para la sanitud,

La entereza no es aguantar cualquier cosa, es más que nada una cohesión del espíritu blindando el temor y dolor que producen lo que debe hacerse,

El espíritu no es una abstracción intangible, es lo que simplemente nos mueve,


La sanitud no es un viaje de la mente, es el cuerpo de la mente que viaja en el espíritu.



Ricardo Marcenaro

20 de agosto de 2009


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